Finalizada la segunda fecha del Torneo Regional Federal Amateur (TRFA) 25/26, y tras la derrota ajustada de ayer sábado por 0-1 ante Deportivo Villalonga, se abre un necesario tiempo de análisis en la institución. La pregunta es inevitable: ¿qué hubiera sucedido si los remates que exigieron al arquero Iturburu hubieran ingresado? Estaríamos evaluando el resultado desde otra perspectiva. No fue el caso.
En las primeras horas de este domingo 26, mientras la ciudadanía se dispone a participar en la jornada electoral que definirá diputados y senadores —un ejercicio democrático que, más allá de la obligatoriedad, nos convoca a la representación—, es imperativo retomar el enfoque en el Club Atlético Talleres.
Más allá del ámbito deportivo, volvemos a la esencia de la institución, a su génesis y naturaleza . El resultado de ayer pasará a las estadísticas; servirá para cotejar datos y realizar proyecciones. Sin embargo, las predicciones no son infalibles.
Talleres ante Deportivo Villalonga cayó de pie. Pese a la herida de la derrota, el equipo luchó hasta el pitazo final. Los debates sobre la dosificación de minutos de jugadores clave como Rímoli o «Negruli» Erratchu son legítimos y quedan para el cuerpo técnico. El «aurinegro» está afectado, quizás recordando su condición de invicto en casa que se rompió, entendiendo que el «tallarín», como cualquier equipo, es falible.
Lo trascendental en este contexto es la representación institucional que el club ejerce en un torneo de alcance nacional. Talleres compite con entidades que a menudo poseen un capital económico y, citando conceptos de índole cultural y simbólica, estructuras más robustas.
El Valor del Compromiso Genuino
Es imperioso sobresalir la realidad del plantel: los jugadores «tallarines» no perciben sueldos . Son, ante todo, gente de trabajo que, además de sus vidas y sus obligaciones cotidianas, realizan un enorme esfuerzo para cumplir con el compromiso del club. No se puede caer en el facilismo de que «si lo hacen es porque les gusta» . Este esfuerzo es un acto de profunda lealtad a la camiseta.
El plantel cuenta con una base joven y valiosa. Dispone de materia prima para trabajar y construir un futuro, prescindiendo de refuerzos rutilantes o jugadores trashumantes cuya vinculación es meramente contractual y no cimenta el sentido de pertenencia. El sentimiento se cultiva, se trabaja de manera colectiva y es lo que distingue a Talleres.
En síntesis: el Club Atlético Talleres acumula dos derrotas, pero no ha sido doblegado. Dio una lucha encomiable hasta el final.
Próximo Desafío: Visita de Alto Riesgo
El barco debe navegar más allá de este Regional, pero la próxima prueba será de máxima exigencia. En la Fecha 3, Talleres visitará el Estadio «Armando Sitanor Ballestrasse» de Carmen de Patagones para enfrentar a Jorge Newbery .
El equipo de Patagones demostró su fortaleza en la última jornada al superar a Independiente de Río Colorado por 4 a 1 , luego de un empate en la Fecha 1. Un rival difícil pero no imposible, que sin duda esperará al «aurinegro» para intentar minar su autoestima.
Reiteramos nuestro reconocimiento a cada socio, a los integrantes de la directiva y, especialmente, a los jugadores que, bajo la dirección de Hernández, están escribiendo esta historia con un esfuerzo mayúsculo. A pesar de las dificultades actuales, existe un futuro promisorio el que se transformará en buenos augurios.
Con la vista en el horizonte, hay futuro para la «T».
*Por Milton Albariño
Gentileza Nación Escriba
