“Una obra sinónimo de vergüenza y desidia”

El legislador Raúl Martínez (FpV) señaló que “la obra del hospital de Las Grutas es un ejemplo más de vergüenza y desidia”.

Dicha obra se anunció en el 2014 y en la campaña del 2015 se prometió la licitación que recién se realizó en diciembre de ese año.

En el presupuesto se la incluyó con un monto de 40 millones de pesos y hoy los rionegrinos no sabemos cuánto nos terminará costando ni cuando finalizará esta obra que en dos años solo ha avanzado un 20 por ciento

“El 29 de septiembre del año 2017 presenté un Pedido de Informes dirigido al Ministerio de Obras y Servicios Públicos referido al proceso licitatorio, contratación y puesta en marcha de la obra, que por supuesto nunca fue contestado”, recordó Martínez.

“Y hoy nos enteramos que si la empresa DAL Construcciones no reinicia las obras, el gobierno rescindiría el contrato y llamaría a una nueva licitación”, indicó el parlamentario.

“Esa no es la solución que los trabajadores esperan” y “lo que se pretende es que el gobierno tome el toro por las astas y le exija la continuación de la obra ya con  la reincorporación de los trabajadores, tiene las herramientas legales y políticas para hacerlo”, agregó.

“El proceso de des adjudicación de la obra, una nueva licitación con la obtención de los recursos para su ejecución significan, en el mejor de los casos entre 6 u 8 meses poniendo en el peor de los mundos a los obreros a quienes no sólo los envuelve la incertidumbre del futuro sino que se quedan sin trabajo”, dijo Martínez.

Para Martínez “es una vergüenza leer al ministro Valeri sentirse preocupado cuando la empresa DAL, de capitales chaqueños, venía precedida de los peores antecedentes al entregarse la obra y nadie desde el Estado veló por los dineros de los rionegrinos”.

Y agregó “así, cuando los mineros se quedaron sin trabajo les dieron cursos de capacitación; cuando los trabajadores frutícolas se quedaron sin labores les dieron becas y cuando los obreros de la construcción se quedan sin trabajo les dan planes sociales.

“Para el gobernador Weretilneck y su gabinete la gente es solo un número”, concluyó Martínez.

Fuente: Prensa Legislador Raúl Martínez.